viernes, 9 de julio de 2010

Los Tercios de Flandes,La Furia Roja y la Final de Fútbol Surafrica 2010






Los Tercios de Flandes,La Furia Roja y la final de fútbol Surafrica 2010

“¡Niño sé bueno que vienen El duque de Alba y los españoles!”
Con esta expresión aún hoy día se les atemoriza a los revoltosos críos holandeses .

El dominio que España ejerció sobre toda Europa e n los siglos XVI y XVII se fundamentó en una legendaria unidad de combate: los tercios. Durante ochenta años se batieron en la guerra de Flandes. Hay que remontarse a los orígenes de los tercios, allá en 1534, cuando fueron creados por Carlos I.

Un Tercio era una unidad de infantería del ejército español durante la época de la Casa de Austria. Los tercios fueron famosos por su resistencia en el campo de batalla y formaron la élite de las unidades militares disponibles para los reyes de España de la época.

Los tercios de Flandes

Los tercios, la legendaria unidad de combate de la Monarquía Española durante los siglos XVI y XVII, fueron reconocidos como la mejor infantería del mundo. Todos se rindieron a sus pies: no sólo los comentaristas de la época, sino también las tropas enemigas y todos los historiadores posteriores. Sus eficaces tácticas fueron imitadas incluso por los famosos «grupos de combate» alemanes de la Segunda Guerra Mundial. Impusieron su fuerza en múltiples conflictos, desde Nápoles y Milán hasta la frontera de Francia o Flandes. De hecho fue en los Países Bajos donde protagonizaron las más célebres gestas, de ahí que en muchas ocasiones se les suela denominar, por extensión, «los tercios de Flandes.

La furia roja


Surgió el 1 de septiembre de 1920 en Amberes, durante los Juegos Olímpicos. La selección española de fútbol —creada para la ocasión— se enfrentaba a Suecia y el encuentro transcurría trabado por la dureza del equipo sueco, que había conseguido adelantarse en el marcador. Mediada la segunda parte, Sabino Bilbao se dispuso a lanzar una falta, y en el área, José María Belausteguigoitia, alias Belauste, lanzó una voz que recogieron los periodistas en sus crónicas: “¡A mí el pelotón, Sabino, que los arrollo!”.

Así fue. Belauste —un gigante para la época, con 1,93 m y 95 kg— arrolló en su remate a varios jugadores, de tal manera que introdujo en el marco contrario no tan solo el balón, sino su propia persona y varios jugadores suecos, incluido el portero.

Al día siguiente, un periódico holandés tituló: “La furia española”.

Pero no era esa una frase recién acuñada. Fue utilizada en referencia al hecho original que causó la expresión: el saqueo de Amberes llevado a cabo por los Tercios de Flandes españoles en noviembre de 1576.

El 1 de septiembre de 1575 se produjo la segunda quiebra de la Hacienda Real de Felipe II. Así era imposible abonar las pagas que se debían a los soldados del ejército de Flandes, algunas de cuyas unidades llevaban más de dos años y medio sin cobrar.

Para subsistir tenían que vivir de la población, a la que usualmente robaban. En julio de 1576 un Tercio se amotinó y ocupó la ciudad de Aalst para saquearla. El Consejo de Estado —apoyándose en la indignación por los desórdenes y el cansancio de la guerra— autorizó a la población de los Países Bajos a que se armase para ayudar a las tropas rebeldes holandesas. Aprovechando la situación, intentaron apoderarse del castillo de Amberes.

El 3 de octubre las tropas rebeldes entraron en Amberes y tomaron posiciones para asaltar el castillo defendido por tropas españolas. Los amotinados de Aalst y otras unidades acudieron al lugar al enterarse del ataque y, a pesar de que las tropas rebeldes eran mucho más numerosas, los soldados españoles se lanzaron al ataque por las calles de la ciudad haciendo huir a los holandeses y procediendo al saqueo de la ciudad. Un saqueo que se extendió a lo largo de tres días, en el que se cometieron tales desmanes que se contaron los muertos por millares,los tercios llevaban un cinto rojo por lo que los Holandeses los apodaban los furiosos diablos rojos españoles.

La indignación de las provincias y el Consejo de Estado por el saqueo fue mayúscula. El día 8 de noviembre se firmó la pacificación de Gante que exigía la salida de los soldados españoles de los Países Bajos. .

Cuatrocientos setenta y seis años después, en circunstancias muy diferentes y bajo el contexto deportivo en Johannesburgo se dan cita estos dos países en una final inédita de la historia de los mundiales de futbol.
Carlos Garcia Lithgow

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